sábado, 12 de diciembre de 2009

¿Nos conocemos a nosotros mismos?

Este taller es arte terapéutico permite conocer nuestro interior más profundo, nuestros sentimientos, nuestras debilidades, nuestros puntos fuertes; nos ayuda a comprender que nuestro cuerpo tiene una historia, que todas las heridas, cicatrices, enfermedades... que alguna vez hemos tenido, aunque en la actualidad ya no persistan, quedan grabadas en la memoria de nuestro cuerpo, formando su propia historia.

Para llevar a cabo este taller vamos a dividirlo en tres partes que corresponderán a tres sesiones de educación artística. Es importante que se realicen en este orden para conseguir un buen resultado.




1.- YO FRÁGIL.

En la primera parte de este taller vamos a realizar una muñeca bidimensional que está inspirada en nuestro cuerpo y la debemos vestir. En este momento volví a mi infancia cuando me pasaba las tardes de verano recortando muñecas y vestiditos con mis amigas e intercambiábamos las prendas. Ha sido muy emotivo.

¡Os presento a mi “yo” y a mi “mini-yo”!



Habéis pillado a mi mini-yo en un mal momento... ¡Toca limpieza general y tiene toda la ropa lavada!



Por suerte tiene algunas fotos que no le importará mostrarnos. ¡Aquí tenéis!







2.- EL CUERPO FUERA.

Pasamos a la segunda fase de nuestro taller. En ella pretendemos conocer la geografía de nuestro cuerpo y su historia. Reconocer los recorridos donde los gustan que nos toquen y donde no, donde sentimos cosquillas, donde nos duele, donde tenemos alguna cicatriz... Pero debemos tener en cuenta que las cicatrices, por ejemplo, no nos hacen más vulnerables, al contrario. Quedan en nuestro cuerpo grabadas como símbolo de fortaleza por haber superado un acontecimiento difícil.

Esta parte consiste en dibujar nuestra silueta en papel continuo y, a continuación, reflejar los recorridos que hemos indicado anteriormente.

Este proceso tiene dos aspectos. Uno colectivo, cuando nos ayuda un compañero a dibujar nuestra silueta sobre el papel continuo, y otro de soledad, cuando hacemos la introspección (buscar dentro de nosotros mismos para reflejar en el papel).

Este es el resultado de mi trabajo:



3.- EL CUERPO PODEROSO.

Con una muñeca y papeles vamos a crear nuestro “super-yo”. Vamos a transformar nuestra muñeca según nuestra personalidad para conseguir un icono de fuerza.

Esta parte del proceso es MUY IMPORTANTE porque no debemos dejar el cuerpo “abierto”. Es decir, en el segundo proceso hemos tratado los lugares donde nos gusta que nos toquen y donde tenemos cosquillas, también hemos tratado las dolencias, las heridas, las cicatrices... y debemos ponerle “solución a esas heridas” y lo hacemos creando nuestro “super-yo”.

A mi “super-yo” le he vestido con papel de seda, porque me siento bastante frágil en el sentido de que he tenido muchas lesiones. Cubro especialmente las piernas porque desde chiquitita he jugado al fútbol y han sufrido mucho. Las muñecas también y el papel que cubre la mano izquierda es ligeramente más ancho porque recuerdo que esa muñeca me la rompí. El cuello también lo cubro porque me duele y el tronco del cuerpo porque es una parte cubierta me da más fuerza. Luego destaco con purpurina el corazón porque desde que nací he tenido que estar pendiente de él y es algo que se ha ido fortaleciendo con el tiempo.

Es muy simple pero con esto pienso que ya he finalizado, que no necesita nada más mi “super-yo”.


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