martes, 17 de noviembre de 2009

El dibujo infantil.

Los niños desde pequeños representan su realidad mediante dibujos. También a través de ellos expresan sus sentimientos, emociones, pensamientos y estados de ánimo.

Al principio sus creaciones son garabatos. Los niños comienzan haciendo líneas en varias direcciones, de diferente longitud, y practicando varias formas de coger las pinturas. Generalmente hacen presión sobre el papel. A menudo dibujan sin mirarlo, miran hacia los lados por ejemplo, y dibujan fuera de él. Es lo que se denomina el garabateo desordenado.

Después pasan a una fase de garabateo controlado. En esta el niño ya hace los garabatos intencionalmente por lo que son más elaborados que los anteriores y suele crearlos haciendo relaciones que él ve con el ambiente. El niño ya posee una coordinación visual-motora pues dirige su mano, con la vista, sobre la superficie donde dibuja, controla los espacios gráficos aunque a veces por la exaltación excede los límites del soporte.



En la siguiente etapa denominada garabateo con nombre es de gran importancia para el desarrollo del niño. Esto se debe a que el niño ya pone nombre a los garabatos (mamá, papá, perro, casa...) aunque nosotros no podamos reconocerlo. Es un signo de que el pensamiento del niño está madurando. Suele darse sobre los tres años y medio. El niño dedicará más tiempo al dibujo y se comenzarán a distinguir los garabatos. Se dan formas cerradas, normalmente circulares y a veces anuncia que es lo que dibujará antes de comenzar, aunque a menudo cambia de nombre mientras dibuja o cuando ha finalizado. También utiliza los colores según la significación que tengan para él para reforzar el significado de las formas.

A partir de esta etapa se van formando con esos garabatos la figura humana: un círculo para la cabeza y tronco, del que salen las piernas y los brazos. A partir de aquí el niño va perfeccionando la figura y mejorando sus dibujos. Esta etapa se llama preesquemática y se da sobre los cuatro y siete años.

En la siguiente etapa, la etapa esquemática (7-9 años aproximadamente), la organización del dibujo se conceptualiza. La figura de las personas se dibuja con todo tipo de detalles estableciendo un esquema muy sintetizado. Empiezan a reconocer las dos dimensiones y dibujan la línea de tierra y lugares donde se apoyan los personajes. El niño enfatiza algunas partes del cuerpo para destacar una acción o una emoción. Se puede notar la evolución en el pensamiento del niño porque ya dibuja conceptos que tiene memorizados y porque aparecen figuras humanas de perfil.


ÚLTIMA SESIÓN DE “EL DIBUJO INFANTIL”


Para mí fue una clase muy especial y muy emotiva. Comenzamos con la presentación de una amiga de la profesora y nos cantó la siguiente canción. Nosotros la acompañamos en el estribillo.

Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí
resucitando.

Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
Porque me mató tan mal,
Y seguí cantando.

Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui
sola y llorando.
Hice un nudo en el pañuelo
pero me olvidé después
que no era la única vez,
Y volví cantando.


Tantas veces te mataron,
tantas resucitarás,
tantas noches pasarás
desesperando.
A la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguien te rescatará
para ir cantando.


A continuación Pilar nos leyó un cuento que había escrito un niño y luego nos enseñó los dibujos que hizo este niño de los personajes principales. Eran muy curiosos la verdad.

Después nos explicó que le había seguido a través de sus dibujos, ella le pedía que dibujara cosas y luego las analizaba.

Lo que más me sorprendió y que no se me borra de la cabeza es un dibujo que hizo este niño cuando se le pidió que dibujara sus heridas (si no recuerdo mal). En él se dibujaba con una gran cabeza, muy desproporcionada respecto al cuerpo y de un color muy llamativo (rojo). Un tiempo después se descubrió que el niño tenía varios tumores en la cabeza y podríamos pensar que, el niño inconscientemente, manifestaba dicha enfermedad.

Es algo que se me ha grabado en la mente y me ha enseñado a valorar realmente los dibujos de los niños y ha despertado mi interés por aprender a interpretarlos.

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